jueves, 29 de enero de 2009

UNA COPA Y DOS ASTROS

Mis ojos quedaron presos
en tu porte de héroe cipresino;
nuestras pupilas se cruzaron
como estrellas fugaces
que al chocar, su luz expansiva
abrió miles de pupilas.
¡Todos nos miraban, como
si no hubieran visto jamás
dos astros enamorados...!
No recuerdo cual fue tu pregunta,
sólo sé que respondí
a tu voz. inquisidora
con otra pregunta:
__¿Puede el cielo crear
un astro de carne y hueso?
Una copa de whisky fue tu repuesta;
un sorbo de tu aliento bastó
para una mirada decidida,
¡un remanso fluído!
¡un te quiero...!
¡un beso...!
Fue un viaje al más allá
del amor purpúreo.
Era el comienzo de una pasión alada,
nunca me sentí tan cerca del cielo.
Tan sensibles tus fuegos,
que por el día busco tus estrellas
y por las noches buscos tus soles.
Y sé que algún día vendrás
con muchas copas de whisky
y será nuestro el universo,
aunque tengamos que pagar
por las llamas que dejemos
en nuestro vuelo pasional.

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