jueves, 29 de enero de 2009

EL SIERVO ALTIVO

Yo sé del siervo altivo que al amo ordena,
le exige todo lo mejor que en él hay
hasta verse con un cáliz de corona.
Es su aposento de muy preciada joyería
como las burbujas del corazón
donde se acurruca.
Cuando al calor de las piedras
que talla en redor, súbito brota lastimoso
por los vasos que rompe,
para su sangre dar a la vida!
Y las lesiones al quemar al dolor quema,
[Esplende el amo feliz de servir al siervo Amor]
Camino a la posteridad....¡cómo frutece!
Porque así es el amor de fuerte,
pasivo en las vicisitudes
tempestad en la calma.
¿Quién ha podido resistirse al amor?
¿Quién no le ha entregado
el joyero de su corazón?
Oh, amor! que haces de tu rinconcito
trono universal!:
me inclino a tus pies....¡yo soy tu siervo!

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